EL MUNDO ES UN ASCO

No poder escribir es un asco. No es porque no me apetezca, no es por falta de ideas, mis manos simplemente se niegan a plasmar lo que pasa por mi cabeza. Tal vez no desean que sea leído, no lo sé, siempre he creído que mi cuerpo entero está en contra mía.

No quiero entregar un trabajo mediocre, no quiero entregar algo con lo que no esté conforme. Supongo que tendré que ser desleal a mis ideales y proporcionar finalmente un contenido que no me enorgullece en lo absoluto. Escribir contra el tiempo es un asco.

Nos han encargado hacer una historia libre, lo cual es magnífico porque he estado esperando este momento por mucho. Un bendito texto libre es lo que necesitaba para esculpir mis mayores y más profundas ideas, concebía enorgullecer a aquel hombre mayor, quien nos enseña leyendo apenas con ayuda de unos lentes tan gruesos que sientes que podría descubrir los más evocados secretos del cielo y del océano; quería demostrarles a todos que soy un chico con aptitud y opté por la carrera indicada. Ahora mis bosquejos han dimitido de tener acepción.

No es culpa del mentor de literatura, ni de los materiales que poseo, tampoco del tiempo, sobre todo porque de ese he tenido de sobra. Solo puedo condenar a mí mismo y a la inutilidad que poseo para ejecutar las piezas que me apasionan, ¿podría escribir sobre eso? ¿A alguien le interesaría leer sobre mi incapacidad para llevar a cabo las actividades curriculares? Probablemente no, aunque mucha gente se goza apreciando el fracaso de los demás. En realidad, desconozco lo que les agrada a las personas. ¿Acaso escribo para ellas? Ya no me importa nada, solo quiero acabar con esto.

Mirar el techo con la esperanza de poder encontrar algún simple detalle que pueda brindarme la inspiración que tanto preciso no suena como una opción elocuente, sin embargo, estoy desesperado y recurro a esto con cansancio. Lamentablemente lo único con lo que me encuentro es la nada misma. Un vacío perturbador que solo logra retrasarme y distraerme de mi cometido. El techo en mi recámara tiene muchas grietas, debería repararlo y tal vez pintar algo en este, ¿qué tal unas olas de mar? Me gusta el océano, mas es muy amplio y me aterra. Las personas también me aterran, hay muchas en el mundo y nunca llegarás a conocerlas.

¡Maldita sea, necesito escribir!

Concentro toda mi atención en la pantalla del computador y enciendo el aparato. Una detestable hoja en blanco, eso fue lo único que mis ojos encontraron. ¿Cuánto tiempo llevaba así? El mismo tiempo que la pequeña raya en el inicio del documento lleva tintineando con diversión, solo se está burlando de mí, ¿me está tomando el pelo? ¿Acaso está insinuando que ella ha sido más productiva que yo en estas horas? ¡¿Por qué demonios no para de moverse?! ¿Por qué una maldita línea ha logrado sacarme de mis casillas? ¿Debería tirar la máquina por la ventana? No, debería dejar de hacer preguntas estúpidas y concentrarme en mi deber; igualmente no puedo lanzar el computador por la ventana cuando ni siquiera cuento con una en esta habitación.

¡Vamos, solo son unas cuantas palabras! Es tan malditamente frustrante no poder concentrarme, ¿podría escribir sobre eso? Tal vez sea buena idea escribir sobre cómo me siento. ¡Qué va! No creo que sea suficiente escribir sobre las enormes ganas de estar bajo tierra que un joven chico tiene, ¿no es suficiente para mí o para ellos? En serio debería parar con estas preguntas.

Un momento, ¿no soy yo el chico que tiene un folleto con algunas ideas escritas que pensaba desarrollar en un futuro? ¡Lo había olvidado por completo! ¿Por qué no lo había usado antes?, demonios mi cerebro no está funcionando en lo absoluto.

¿Escribir sobre tritones y piratas es una buena idea? Sí, pero definitivamente ahora no, no queremos que el maestro note nuestra (no tan secreta) inmadurez.

¿Qué tal las hadas?  No, no. Recuerda mantener la madurez. Fingir ser maduro para los demás es un asco.

¿Amor en otras épocas? El amor también es un asco.

¿La lluvia? Hoy hay un sol radiante afuera. El sol es un asco.

¿Lágrimas? Lluvia de los ojos. Sí, eso también es un asco.

¿Alguien que no sabe sobre que escribir?

 ¡¿PERO QUIÉN DEMONIOS HA ESCRITO IDEAS TAN ABSURDAS?!

Gritar no soluciona nada, estar molesto no soluciona nada. Suspiro rendido, ¿cuántas veces lo he hecho hoy?

Estoy cansado y estar cansado es un asco. Mis parpados pesan cada vez más y el tiempo se agota, al igual que el agua en el pequeño vaso de cristal en mi escritorio; no pienso traer más, me duele demasiado el cuerpo como para cambiar de recinto.

Bien, estoy hastiado. ¿Quiere un trabajo libre? Tendrá un trabajo libre.

La delgada y pequeña línea en la pantalla ha empezado a desplazarse espacio por espacio, indicando así que al fin he empezado a escribir; ya no tiene las agallas para burlarse de mí. Las palabras salen de manera natural, todo está fluyendo y es reconfortante. Finalmente he terminado y no sé realmente como sentirme al respeto.

“No poder escribir es un asco”.

- Agus Nullo

[…]

Maldigo a mi yo del pasado y maldigo al yo de ahora.

Reprobé la materia el mes pasado por entregar un maldito trabajo de solo seis letras y no, la firma no cuenta o eso dijo el profesor, en mi opinión no debería excluirla, después de todo él mismo es quien la ha solicitado; pero a nadie le importa mi opinión. Ahora debo hacer un trabajo de recuperación, ¿puedo tener peor suerte? Debo escribir un maldito texto libre, nuevamente. Insisto, no poder escribir es un asco. Ser yo es un asco y hay una condenada rayita tintineando en la pantalla, a partir de hoy aquel tachón es mi peor enemigo, es todo lo que diré.

- Micaela Montalvo







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